Cómo ser un Imperfeccionista (y por qué)

En un mundo que constantemente nos empuja hacia la búsqueda de la “perfección”, el libro ‘Cómo ser un imperfeccionista’ de Stephen Guise emerge como un faro de esperanza para aquellos que nos hemos sentido atrapados en la insatisfacción perpetua. Guise presenta una perspectiva refrescante sobre cómo abrazar la imperfección, implementar cambios positivos en nuestras vidas, y encontrar un equilibrio emocional sustentable. En este artículo abordaremos algunas ideas extraidas de su obra, ofreciéndote una guía práctica para liberarte de las ataduras del perfeccionismo. Expero que encuentres herramientas para vivir una vida más plena y motivada.

La importancia de aceptar la imperfección

El primer paso para convertirte en un ‘imperfeccionista’, según Stephen Guise, es aceptar la imperfección no solo como una parte inevitable de la vida sino como una ventaja. Contrario a la creencia popular que asocia la perfección con el éxito, Guise argumenta que el perfeccionismo es un obstáculo para el crecimiento personal y la felicidad. La búsqueda constante de la perfección nos coloca en un ciclo interminable de insatisfacción, donde nunca estamos completamente contentos con nuestros logros. Admitir que no todo lo que hacemos tiene que ser perfecto (porque la perfección no existe en realidad) nos libera de este ciclo y nos permite avanzar. Es interesante notar cómo el autor contrasta la vida de los imperfeccionistas con la de los perfeccionistas, mostrando cómo establecer un “piso y un techo” en nuestras expectativas puede llevarnos a un equilibrio más saludable.

La conexión entre postura corporal y emociones

Seguramente has escuchado el dicho “finge hasta que lo logres”, pero ¿sabías que hay ciencia detrás de esta frase? Guise expone cómo nuestra postura corporal puede influir directamente en nuestras emociones. Adoptar una postura poderosa no solo puede cambiar la manera en que otros nos perciben, sino también cómo nos sentimos internamente. Solo dos minutos pueden cambiar nuestro entorno hormonal Este vínculo entre el cuerpo y la emoción es una herramienta poderosa para combatir los sentimientos de insuficiencia que a menudo acompañan al perfeccionismo. Al concientizar sobre cómo nuestras acciones físicas pueden modificar nuestros sentimientos, se nos abre una ruta directa para mejorar nuestro estado emocional.

Acción versus Pensamiento: La clave para aumentar la motivación

Muy a menudo, nos quedamos atrapados en nuestros pensamientos, analizando excesivamente cada posible paso sin llegar a actuar. Guise destaca la importancia de pasar de la planificación a la acción. En lugar de esperar a sentirnos completamente motivados para empezar, la acción misma puede ser el catalizador de la motivación. Este enfoque se basa en la idea de que los sentimientos siguen a la conducta, en lugar de al revés. Comenzar con una tarea, sin importar cuán pequeña sea, genera un impulso que puede llevar a un aumento significativo en la motivación. Este ciclo de acción-motivación-acción es fundamental para superar la apatía y la procrastinación.

Superando la rumiación para avanzar

La rumiación, o el hábito de masticar continuamente pensamientos y preocupaciones pasadas, es otro obstáculo significativo para el bienestar emocional. Guise pone de relieve la importancia de aceptar lo que ha sucedido en el pasado, aprender de ello y seguir adelante. La rumiación no solo es inútil, porque es imposible cambiar el pasado, sino que también puede ser perjudicial, llevando a estrés y depresión.

Enfocándose en el proceso: La apatía hacia los resultados

Finalmente, una de las lecciones más liberadoras de ‘Cómo ser un imperfeccionista’ es aprender a desvincular nuestra satisfacción del resultado final de nuestras acciones. Guise introduce el concepto de ‘apatía hacia los resultados’ como una estrategia para concentrarse más en el proceso y la constancia, en lugar de en los resultados finales. Esta perspectiva no solo reduce la ansiedad y el miedo al fracaso, sino que también nos permite disfrutar más del camino hacia nuestras metas. Al valorar cada paso que damos y reconocer nuestro progreso, nos volvemos más resistentes frente a los desafíos y más propensos a perseverar. El aprendizaje requiere del error y de la práctica. El perfeccionista busca acertar a la primera, lo cual conduce a la frustración y a la baja autoestima.

El libro ‘Cómo ser un imperfeccionista’ de Stephen Guise es mucho más que un manual para deshacerse del perfeccionismo; es una guía hacia una vida más feliz y balanceada. A través de sus enseñanzas, se nos invita a cuestionar nuestras nociones preconcebidas sobre el éxito y la perfección. Adoptando los principios del imperfeccionismo, podemos hallar un mayor equilibrio emocional y una sensación de satisfacción más profunda. No se trata de rendirse a la mediocridad, sino de reconocer y abrazar nuestra humanidad. Al final del día, la perfección es una ilusión, pero el crecimiento personal y la felicidad son logros muy reales y alcanzables.

Cómo ser un imperfeccionista’ ofrece valiosas lecciones sobre la importancia de aceptar la imperfección, el poder de la acción sobre el pensamiento, la necesidad de superar la rumiación, y la belleza de centrarse en el proceso en lugar de en los resultados. Estas enseñanzas no solo nos ayudan a vivir con una mayor autenticidad y equilibrio emocional, sino que también nos empoderan para abrazar la vida con un nuevo sentido de propósito y posibilidad.

Así que, la próxima vez que te encuentres atrapado en la trampa del perfeccionismo, recuerda que la clave para una vida más plena y satisfactoria podría estar en la hermosa e imperfecta realidad de simplemente ser tú mismo.

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