Uso del concepto de hormesis en el estudio y el trabajo

¿Qué es la hormesis y cómo puede ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento académico y profesional? La hormesis es un fenómeno biológico que se refiere a la respuesta positiva de un organismo a una dosis baja de un agente que sería dañino o letal en una dosis alta. Es decir, se trata de la capacidad de adaptarse y beneficiarse de un estrés moderado.

Un ejemplo de hormesis es el ejercicio físico, que somete al cuerpo a un estrés controlado que mejora la salud cardiovascular, muscular y ósea, entre otros aspectos. Otro ejemplo es el ayuno intermitente, que restringe la ingesta calórica durante ciertos períodos y estimula el metabolismo, la autofagia y la resistencia al estrés oxidativo. En ambos casos, sin embargo, el exceso en la realización de estas actividades significa un gran riesgo para la salud física y metabólica

Otros ejemplos son:

  • La competencia: La competencia es la comparación que hacemos de nuestro desempeño con el de otras personas. La competencia puede ser un factor motivador si nos impulsa a mejorar nuestras habilidades, a aprender de los demás y a reconocer nuestros logros. Sin embargo, si la competencia es excesiva o desleal, puede generar frustración, envidia, resentimiento y baja autoestima.
  • El estrés: El estrés es una reacción fisiológica y psicológica ante una situación que percibimos como amenazante o desafiante. El estrés puede tener un efecto positivo si nos ayuda a concentrarnos, a movilizar recursos y a superar obstáculos. Sin embargo, si el estrés es crónico o excesivo, puede provocar ansiedad, depresión, insomnio, problemas de salud y deterioro cognitivo.
  • La cafeína: La cafeína es una sustancia estimulante que se encuentra en el café, el té, el chocolate y algunas bebidas energéticas. La cafeína puede mejorar la atención, la memoria y el estado de ánimo si se consume en dosis bajas o moderadas. No obstante, si se consume en dosis altas o frecuentes, puede causar nerviosismo, irritabilidad, insomnio, taquicardia y dependencia.

La hormesis también se puede aplicar al ámbito cognitivo y emocional. Algunas formas de exponerse a un estrés beneficioso son:

– Aprender algo nuevo y desafiante, que active la neuroplasticidad y la memoria.
– Salir de la zona de confort y enfrentarse a situaciones novedosas o incómodas, que aumenten la confianza y la resiliencia.
– Practicar la meditación o el mindfulness, que reduzcan el estrés crónico y mejoren la atención y el bienestar.
– Exponerse a temperaturas extremas (frío o calor), que fortalezcan el sistema inmunológico y la termorregulación.

Sin embargo, para que la hormesis sea efectiva, es necesario respetar algunos principios:

– La dosis hace al veneno: el estrés debe ser lo suficientemente intenso como para provocar una adaptación, pero no tanto como para causar un daño irreversible. Por ejemplo, correr una maratón puede ser beneficioso para algunos atletas entrenados, pero perjudicial para otros sedentarios o con problemas de salud. En el ejercicio hay que tener presente también la posibilidad del sobreentrenamiento, que resulta perjudicial para el cuerpo.
– La frecuencia y la duración importan: el estrés debe ser intermitente y alternarse con períodos de recuperación. Por ejemplo, estudiar durante horas seguidas sin descansos puede ser contraproducente para el aprendizaje, mientras que hacer pausas regulares puede mejorar la retención y la comprensión.
– La individualidad cuenta: el estrés tiene un efecto diferente en cada persona, dependiendo de su genética, su historia, su estado físico y mental, sus preferencias y sus objetivos. Por ejemplo, lo que para uno puede ser un reto estimulante, para otro puede ser una amenaza paralizante.

Contra el argumento muy extendido en muchos ámbitos (académico, económico, ejercicio físico) de que “más es mejor”, se puede defender que la calidad de vida no depende solo de la cantidad de bienes y servicios que se consumen, o de la posición económica que se tenga, sino también de otros factores como el tiempo libre, la salud, el medio ambiente, las relaciones sociales o la cultura.

La búsqueda del crecimiento económico ilimitado puede tener consecuencias negativas para el planeta y para las personas, como el agotamiento de los recursos naturales, el cambio climático, la desigualdad, el estrés o la insatisfacción. Por eso, algunos autores proponen alternativas al modelo de desarrollo basado en el consumismo y la acumulación, como la economía circular, la economía social y solidaria, el decrecimiento o el buen vivir. Estas propuestas buscan una forma de organización social más equitativa, ecológica y humana, que respete los límites de la naturaleza y las necesidades reales de las personas. Todo está en siempre estar consciente de la zona hormética en la que la actividad es productiva, sin causar daño. El estudio y el trabajo también tienen una zona hormética

La hormesis es un concepto útil para entender cómo podemos optimizar nuestro potencial humano mediante el uso inteligente del estrés y la cantidad de recursos invertidos en alguna actividad. Al exponernos a estímulos que nos desafían y nos hacen crecer, podemos mejorar nuestra salud, nuestro aprendizaje y nuestro trabajo. Eso sí, siempre con moderación y respetando nuestras búsquedas y tratándonosa nosotros mismos con dignidad.

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